La jornada se desarrolló con el apoyo de ISSUP (International Society of Substance Use Professionals), la Universidad Católica de Temuco y SENDA, congregando a representantes de diversas comunidades pastorales y fundaciones de distintas zonas del país y el extranjero.
Entre los días 6 y 9 de octubre, el Obispado de Temuco fue sede de la Capacitación del Currículum de Prevención, Tratamiento y Recuperación del Uso de Drogas para Organizaciones Basadas en la Fe, una instancia de formación que busca fortalecer el trabajo comunitario y pastoral frente al consumo problemático de sustancias.
El encuentro contó con varios expositores, uno de ellos fue el padre Benjamín Osandón, párroco de la Parroquia Sagrado Corazón de Jesús de Lo Espejo, director de la Pastoral Nacional de Alcoholismo y Drogodependencia, y del Policlínico de Rehabilitación Obispo Enrique Alvear, quien destacó la importancia de tejer redes de apoyo y colaboración desde las comunidades de fe, afirmando que “está pasándonos por encima el problema de la droga, tantas veces nos tiene de rodillas. Entendemos que cuando respondemos en conjunto, verdaderamente podemos dar una respuesta que sea adecuada. Además, desde la iglesia tenemos cercanía, presencia en el territorio y tenemos también un sentido de vida que podemos ofrecer, que estamos seguros que apunta a la raíz del problema”.
Durante los días de capacitación, los participantes reflexionaron sobre la necesidad de un abordaje integral del fenómeno del consumo de drogas, combinando dimensiones espirituales, psicológicas, biológicas y sociales.
Desde Caritas Chile, Francisco Carreño, encargado de Nadie Menos por la Droga, valoró el espacio de encuentro y aprendizaje: “Es muy importante para Caritas estar en este encuentro que es de formación, de sensibilización, particularmente porque hay una responsabilidad colectiva que es acompañar a las personas y comunidades que están sufriendo por el flagelo de la droga”.
Camilo Chacón, coordinador de Casa de Acogida, dispositivo perteneciente a Fundación Caritas en convenio con la Municipalidad de Temuco, valoró la instancia y destacó que “fueron jornadas muy buenas, súper enriquecedoras en el ámbito social y espiritual. Espero que se vuelvan a repetir instancias parecidas de estas y otras temáticas que son relevantes para Caritas, el Obispado y los usuarios con los que trabajamos, ya que en esta actividad hablamos de los Derechos Humanos, de la dignidad, solidaridad, la presencia y la escucha activa, lo que nos ayuda a poder llevar una mejor práctica con nuestros usuarios”.
El Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol (SENDA), fue también parte de la organización, y su directora, Lissy Cerda, relevó que “es muy importante fortalecer una red de apoyo y de trabajo colaborativo para las personas que están hoy con consumos problemáticos. La Iglesia tiene un rol fundamental en el acompañar, en el escuchar y en fortalecer también una línea de trabajo más bien comunitaria”.
Por su parte, Yelitza Rodríguez, de la Fundación Madre Josefa, destacó la oportunidad de integrar la mirada espiritual con la científica: “Estamos adquiriendo aprendizajes en lo que todo suma. Estamos educándonos, para poder ayudar y para poder solucionar, en complementar la parte espiritual con la ciencia, con una dimensión biológica, una dimensión psicológica y espiritual”.
Desde el PIE We Pewma de Victoria, participó Katia Riquelme, enfatizó el impacto que tendrán los contenidos abordados en la capacitación, expresando que “yo trabajo con niños, niñas y adolescentes y estamos viendo todos los días en el contexto estudiantil deserción escolar por drogas y alcohol, y estas instancias entregan información que es valioso para poder realizar intervenciones más exitosas y apoyar a las personas que nos necesiten”.
La capacitación concluyó con un llamado conjunto a continuar fortaleciendo las redes de apoyo y cooperación entre las organizaciones basadas en la fe, promoviendo el trabajo comunitario y la esperanza en el camino de la recuperación.









